Embalaje personalizado: 8 consejos para lograr el éxito

A muchos les parece que "packaging personalizado" tiene que ver con envolver un paquete de forma diferente para cada cliente, algo muy difícil cuando se deben gestionar muchos pedidos y se tienen recursos limitados. Sin embargo, para lograr que el destinatario se sienta especial sólo es necesario seguir unas pautas sencillas.

Embalaje personalizado

Márketing Legro

Última modificación: 28 diciembre 2022

Optar por un embalaje personalizado es una excelente manera de generar una buena percepción de la marca en los clientes, para fidelizarlos y destacarnos de nuestra competencia y aumentar nuestros ingresos.

En un post anterior dimos algunas ideas de embalaje personalizado, que no siempre tienen que ser muy complejas: no es necesario hacer una gran inversión para lograr el diseño exclusivo de una caja que se convierta en un colgador para la camiseta que contiene, sino que con un poco de imaginación y atención al detalle podemos generar un impacto memorable en el destinatario del paquete.

Para dar con las mejores ideas es necesario detenerse en algunos consejos que en el post anterior dejamos para este, y que resumimos en 8:

1. Comprender nuestra marca

Es lo más importante en cualquier decision que concierna a nuestra marca, incluido el packaging, tomarnos todo el tiempo que sea necesario para comprenderla. ¿Qué hace a nuestro producto especial?¿Cómo lo comunicamos a través del diseño del packaging? Por ejemplo, si vendemos artículos hechos a mano como joyas artesanales, no será coherente enviarla en un packaging que se vea producido en masa o que podamos atribuir a una joya tradicional, mientras que si fabricamos bolsos de diseño, no lo comunicaremos correctamente si el packaging que los contiene es muy insustancial.

2. Considerar nuestro público objetivo

De la misma forma que debemos comprender lo que vendemos, también debemos conocer a quien lo compra. ¿Quiénes son? ¿Qué esperan de nosotros? No suele ser lo mismo dirigirnos a adolescentes que a personas más mayores de 60 años, o a personas en Alemania que a personas en España, a mujeres que a hombres, etc. Factores como la durabilidad, la calidad, la idea de estética, el respeto por el medio ambiente, etc., pueden incidir en la percepción del público según cuál sea. Debemos considerar sus necesidades y preferencias y diseñar un packaging personalizado que les atraiga.

Público packaging

Foto de Karolina Grabowska: https://www.pexels.com/ca-es/foto/maqueta-blanc-estirat-caixa-4464881/

3. Usar materiales de calidad

A veces un material de packaging de mala calidad puede arruinar un diseño muy trabajado generando la sensación de que el propio producto también es de mala calidad, e incluso el conjunto de la empresa no trabaja con los estándares adecuados. Además, los materiales de baja calidad pueden ser más propensos a daños, lo que puede resultar en una pérdida de producto y aumento de los costes.

4. Centrarse en la funcionalidad

Imaginemos una caja preciosa que nos enamore a primera vista, pero que tras varios intentos nos resulta imposible abrirla, o que al abrirla es tan delicado que la terminamos rompiendo. Es la forma de hacer una inversión para perder mucho más de lo que íbamos a ganar. A veces, la impresión que se llevará el consumidor cuando un packaging muy atractivo no se abre fácilmente o no protege el producto de los daños será mucho peor que la de un packaging con un diseño sin pretensiones que cumple estrictamente su función.

Por eso hay que establecer un orden de prioridades muy claro en el packaging, que parta por la funcionalidad: el diseño debe tener en cuenta cómo el consumidor interactuará con el producto, cómo se abrirá el packaging, cómo se extraerá el producto y cómo se transportará. Además, en la mayoría de casos (excepto en los que se busca un efecto sorpresa) debe permitir una fácil identificación de los contenidos y una legibilidad clara de las etiquetas. El diseño también debe ser duradero para mantener los productos seguros durante el transporte y el almacenamiento.

5. Jugar con el color

El color es una herramienta muy potente en el diseño de un packaging personalizado. Puede crearse un diseño que permanezca en la memoria del destinatario con los colores corporativos como hilo conductor. De hecho, estamos acostumbrados a ver mayoritariamente embalaje de colores neutros, como marrón kraft y blanco, así que recibir una caja de un color como el verde, el azul o el naranja puede ser todo un impacto, sin necesidad de mucho más.

6. Pensar en la sostenibilidad

A veces un embalaje personalizado muy atractivo contiene más cantidad de material del que es deseable para minimizar nuestra huella medioambiental, o usa tintes tóxicos que pueden perjudicar el medio ambiente. Antes de decidirnos por un packaging concreto nos debemos informar sobre sus características: ¿es reciclado y reciclable? ¿cuánto pesa (hay que recordar que el peso influye en el gasto de combustible para transportarlo)? Debemos recordar que los consumidores están acostumbrados, cada vez más, a embalajes más sostenibles, y les chirriará todo lo que se aleje de esa idea. En este post hablamos sobre el packaging sostenible.

7. No sobrecargar el packaging

En el post anterior hablamos de incorporar pegatinas, cintas, cordeles, papel tisú… Sin embargo, como en la mayoría de ámbitos, menos es más. Recurrir a muchos elementos a la vez no sólo nos resultará más caro y generará más residuos, sino que además generará dispersión y ruido a la hora de comunicar el mensaje. Optar por un diseño simple y claro y concentrarse en los elementos más importantes es siempre la mejor opción.

8. Probarlo primero

Antes de lanzar nuestro diseño de packaging es conveniente enviarlo primero a colaboradores que no lo conozcan de primera mano, o a clientes fidelizados, para que nos den su opinión, e incluso dejar reposar la idea unas semanas y volverla a retomar cuando ya se ha enfriado para poder identificar posibles defectos que antes nos pasaban por alto.

Facilitar la tarea de empaquetar un producto de forma personalizada

Llevar a cabo el empaquetado de productos de forma personalizada requiere un espacio de trabajo adecuado, se trate de un gran almacén o cadena de logística o de una pequeña tienda, ya que proporciona, entre otros:

En resumen, un banco de trabajo para empaquetar productos ofrece una serie de beneficios que mejoran la productividad, la seguridad y la calidad del empaquetado, lo que contribuye a mejorar la eficiencia y el servicio al cliente. Legro es una empresa especialista en soluciones para este tipo de tareas. Pídenos asesoría sin compromiso.

Foto de Cats Coming: https://www.pexels.com/ca-es/foto/moda-verd-disseny-colors-1793349/