En los pedidos de take away, incluso más que en otros productos, el exterior es fundamental en la impresión que nos llevamos del conjunto de la experiencia culinaria. Influye en el aspecto de la comida y en su estado (si se ha mantenido caliente o no, si ha podido experimentar alguna contaminación...), así como en la imagen de marca (por ejemplo, en la percepción de su conciencia medioambiental). Por eso es importante elegir bien el packaging para take away.
Última modificación: 28 diciembre 2022
El auge del take away, o pedidos para llevar, ha puesto el packaging en el centro de la algunas experiencias gastronómicas. No sólo vemos packaging para take away en aquel pedido de sushi que hacemos todos los viernes para comérnoslo mientras vemos una película en Netflix: también han proliferado las páginas web que ofrecen tuppers a domicilio, en las que se puede pedir la comida de toda la semana para la oficina sin tener que poner en marcha un solo fogón.
Para enviar comida a domicilio se necesita un packaging adecuado: no sólo tiene que proteger la comida de la contaminación cruzada y mantenerla caliente desde las cocinas hasta la mesa, sino que también puede hacer la comida más apetitosa y generar una buena imagen de marca.
Hay que recordar que en este tipo de negocios, el exterior es fundamental en la impresión que nos llevamos del conjunto de la experiencia culinaria, más aún que en otro tipo de productos. Al fin y al cabo, si el conjunto de ropa que recibimos viene con un embalaje roto, podemos comprobar que la ropa está intacta y olvidarnos del mal comienzo. Pero si nuestra hamburguesa viene fría o con los ingredientes dispersados por un mal packaging, gran parte de lo que nos importa de la experiencia se habrá ido al traste, porque tendremos que recalentarla, recomponerla, etc., cuando la gracia de pedir comida es no tener que hacer nada más que comérnosla. Incluso en el caso de que la comida no sea para consumir en ese momento, si el packaging no hace la comida apetecible, puede que ni siquiera nos la lleguemos a comer.
Y además, el packaging para take away, como el del resto de productos, también está cada vez más condicionado por la conciencia medioambiental de los consumidores, por lo que una primera impresión en la que sólo veamos plástico cada vez está más cuestionada.
Para dar con un buen packaging para take away, por lo tanto, hay que tener en cuenta una serie de claves.
La elección del tipo de material es el primer paso y más importante en el packaging de take away. Hay varias alternativas con pros y contras, como su impacto medioambiental, su desempeño con la comida y su precio.
Es una variante del tradicional porexpan (que es poliestireno expandido). Es la que se suele poner en las bandejas para productos como carne y pescado crudos en el supermercado, que se sellan con una película de polietileno transparente, y también es la que tradicionalmente formaba parte de los envases de hamburguesas y de patatas fritas, aunque en el caso de las multinacionales ya se ha sustituido ampliamente por el cartón. Sus principales características son:
Los plásticos que se usan en la industria alimentaria para packaging que no son espumas son varios, pero para el take away suelen usarse dos:
Polietileno, que es el que puede formar películas transparentes con las que se sellan las bandejas de poliestireno. Se utiliza mucho en los tuppers de un solo uso de platos preparados, así como en botellas de agua o de refrescos o de aceite vegetal, y también en forma no transparente, en envases como el ketchup o la mayonesa. En su versión de alta densidad se usa para envases más gruesos.
Polipropileno, con el que se fabrican envases con bisagra para ensaladas y frutas, así como recipientes con tapa llamada «inviolable» para preparados como cremas de verduras.
Entre las principales características de los plásticos para uso alimentario encontramos:
El papel y el cartón son los protagonistas del packaging para una de las primeras comidas take away, las pizzas, y se trata de uno de los envases que menos han cambiado a lo largo de los años. Ahora se usan para cajas con bisagra de hamburguesas, bandejas de patatas, etc. Sus principales características son:
Se trata de un material muy presente en la comida a domicilio, en preparados como bocadillos o burritos, así como comida a la brasa como pollos a l’ast, ya sea en forma de lámina o de bandejas. Se usa porque:
Entre los envases que han surgido a partir del rechazo a los derivados de los hidrocarburos podemos encontrar algunos que intentan sustituir al plástico en el caso de los alimentos, como:
Ácido poliláctico (PLA), obtenido a mediante la fermentación de vegetales como el maíz, el trigo, la yuca o la caña de azúcar, entre otros.
También existen envases hechos de micelio (hongos) y algas, pero actualmente no tienen grado alimentario.
Las principales características de los envases con ácido poliláctico son:
Además del material, hay que tener en cuenta la higiene alimentaria en el uso de envases y el proceso de empaquetado. Que un material sea apto para alimentación no significa que los alimentos que contienen vayan a ser seguros si no llevamos a cabo unas prácticas de seguridad alimentaria correctas. No tener los envases de cartón en lugares húmedos o los de plástico en zonas con elevadas temperaturas, manipularlos con las manos limpias y evitando la contaminación cruzada en superficies, neveras, etc., es fundamental. En este post de la consultoría alimentaria SAIA se explican las principales prácticas de manipulación, que pueden aplicar a los envases. También son imprescindibles prácticas organizativas correctas, como un correcto etiquetado, para evitar incidentes con alergias, reclamaciones por paquetes equivocados, etc.
El packaging para takeaway, como el resto de packaging, no está al margen de las modas. Algunas de las más significativas son:
Aunque podamos catalogarlo como una necesidad, también debemos decir que genera tendencia, porque los consumidores se fijan cada vez más en el impacto medioambiental de sus decisiones, y las soluciones son muy variadas. Starbucks, por ejemplo, ofrece pequeñas rebajas en el café si el usuario trae su propia taza, McDonald’s abandonó el poliestireno en sus hamburguesas hace varios años, algunos restaurantes apuestan por envases de ácido poliláctico e incluso algunos negocios de take away usan el vidrio reutilizable con sus clientes habituales: ellos te traen las lentejas en un tarro que la semana que viene, con la siguiente entrega, les podrás devolver para reuilitzarlo en otro pedido. En este artículo en La Vanguardia se habla de la experiencia de un delivery sin plásticos.
El proceso de compra está altamente relacionado con las emociones, y está demostrado que la personalización establece una conexión emocional muy fuerte con el cliente. Además, el mero hecho de pedir take away elimina ese contacto tradicional entre el consumidor y la persona que hace la comida. Por eso añadir notas personalizadas de diferentes tipos, con el nombre del cliente y un mensaje por ejemplo, es una tendencia en alza.
El packaging debe ser fácil de transportar y de manipular, tanto para el transportista como para el consumidor. En algunos casos debe permitir su apilamiento, así como tener un lugar fácil para cogerlo (y sin quemarse) y permitir su cerrado de nuevo (porque a veces no se come todo de una vez y va a la nevera). En los casos más originales se puede llegar a hacer un packaging Los negocios de comida takeaway deben pensar en todo esto.
Como hemos dicho al principio, la imagen que un negocio quiere transmitir a sus clientes se ve reflejada, en primer lugar, en el packaging. Es lo primero que el consumidor verá al recibirlo. Además, es posible que sea un buen soporte publicitario si otra persona lo ve: por ejemplo, si lo llevamos a la oficina. Hay que tener en cuenta, además, que con el auge de las plataformas de entrega de comida, los comensales retienen especialmente ese nombre, y eso hace que quien hace la comida pueda quedar en segundo plano. Por eso, pensar en una buena imagen de marca para el packaging puede añadir personalidad a la comida.
Los procesos de empaquetado de comida en un negocio de take away deben ser cada vez más eficientes, porque eso permite evitar retrasos y hacerlo con calidad. Contar con una buena estación de empaquetado, con una mesa de trabajo, dispensadores de material, espacio de almacenaje de envases, etc., es la mejor solución para hacerlo, ya que se puede adaptar al espacio disponible, sea el que sea.
En Legro asesoramos a las empresas que necesitan mejorar el proceso de empaquetado de comida para takeaway y les ofrecemos soluciones personalizadas.
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