Tipos de cartón que existen: ¿Cuál elegir para nuestro embalaje?

El cartón es uno de los materiales de embalaje más populares del mundo debido a su versatilidad, resistencia y capacidad para proteger los productos. Además, en general, es económico en comparación con otros materiales, como el plástico o el metal. El cartón corrugado y el cartón plegable, por ejemplo, suelen tener un coste relativamente bajo en comparación con cajas de plástico moldeadas o cajas de metal personalizadas. Además, existen muchos tipos de cartón para adaptarse a diversas necesidades de embalaje.

En este artículo, exploraremos algunos de los tipos más comunes de cartón utilizados en el embalaje y sus características distintivas. Desde el resistente cartón corrugado hasta el versátil cartón plegable, hablaremos de cómo cada tipo de cartón puede satisfacer las necesidades específicas de nuestros productos y mejorar su proceso de embalaje. También analizaremos las aplicaciones típicas de cada tipo de cartón y proporcionaremos consejos útiles para seleccionar el cartón adecuado para nuestro negocio.

1. El cartón corrugado, el rey del embalaje

Las primeras cajas de cartón corrugado datan de los últimos años del siglo XIX. Primero fue patentada en inglaterra, en 1871 (aunque 15 años antes se había patentado el cartón corrugado), como material para envíos. Después se generalizó en Estados Unidos, a partir de 1895, y en tan sólo una década, estas cajas se convirtieron en imprescindibles en el embalaje.

La invención de la máquina corrugadora fue fundamental en la producción eficiente y en masa del cartón corrugado, y desde entonces este tipo de cartón ha sido ampliamente utilizado en todo el mundo gracias a su resistencia, versatilidad y capacidad para proteger los productos durante el transporte y el almacenamiento.

El cartón corrugado es uno de los tipos de cartón más comunes utilizados en el packaging. Está hecho de una capa interna ondulada (corrugada) que proporciona una mayor resistencia y estabilidad a la estructura. La capa corrugada está laminada entre dos capas de cartón plano, lo que aumenta su capacidad de soporte de peso y protección contra impactos.

Este tipo de cartón viene en diferentes espesores y puede clasificarse en función de la cantidad de capas corrugadas. Por ejemplo, un cartón corrugado de una sola pared tendrá una sola capa ondulada, mientras que un cartón corrugado de doble pared tendrá dos capas. Se utilizan comúnmente en la fabricación de cajas y embalajes de transporte para productos pesados y voluminosos, como electrodomésticos, muebles y equipos electrónicos. También es ideal para el envío de productos frágiles debido a su capacidad de absorción de impactos.

Dentro del cartón corrugado podemos encontrar también el cartón microcorrugado, que se caracteriza por tener una capa corrugada muy fina. Está hecho de una sola capa corrugada laminada entre dos capas de papel plano. Debido a su bajo espesor, ocupa menos espacio de almacenamiento y transporte, lo que reduce los costos logísticos, y lo hace ideal para envases de productos de consumo, como alimentos, bebidas y productos de cuidado personal.

2. El cartón plegable, el protagonista de los productos de consumo

El cartón plegable es un tipo de cartón plano que se utiliza comúnmente en la fabricación de cajas de cartón y envases para productos de consumo, como cajas de cereales, cajas de productos electrónicos, cajas de juguetes, envases exteriores de cosméticos y muchas otras aplicaciones. Su versatilidad y capacidad de impresión lo convierten en una opción popular para las marcas que desean resaltar su imagen y promocionar sus productos de manera efectiva.

Se trata de un material de embalaje económico y liviano que se utiliza para productos de bajo peso y volumen. Está hecho de una sola capa de cartón plano y se pliega en diferentes formas para crear una estructura estable. Se puede imprimir con gráficos y diseños personalizados, lo que lo convierte en un material de embalaje atractivo para el branding y la promoción de productos.

El proceso de fabricación de este tipo de cartón implica la formación de una lámina continua de cartón a partir de la pulpa de celulosa. Una vez que el cartón plegable está listo, se lleva a cabo el proceso de corte y plegado para darle forma a las cajas o envases deseados mediante máquinas de corte y plegado automatizadas que siguen patrones de diseño y líneas de pliegue preestablecidas.

El cartón plegable ofrece numerosas ventajas tanto para los fabricantes como para los consumidores. Es un material ligero pero resistente, lo que facilita su manipulación y reduce los costes de envío. Además, es reciclable y biodegradable, lo que lo convierte en una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Como hemos comentado, los avances en tecnología y diseño también han permitido la creación de cartón plegable con características adicionales, como ventanas transparentes, cierres reutilizables y formas personalizadas, que se adaptan a las necesidades específicas de los productos y las marcas.

En ocasiones se usa el concepto de cartón plegable de forma intercambiable con el cartoncillo, aunque éste último se suele referir al que se usa comúnmente en aplicaciones donde se requiere un material más liviano y flexible, pero con cierta rigidez y resistencia, con un gramaje más bajo que otros tipos de cartón, lo que lo hace más flexible y fácil de manipular.

3. El cartón couché, ideal para packaging de artículos de regalo

El cartón couché es un tipo de cartón recubierto con una capa de material adicional que le confiere propiedades mejoradas en términos de apariencia, resistencia y capacidad de impresión, generalmente blanco satinado.

Se utiliza ampliamente en la industria del embalaje y la impresión, especialmente en la fabricación de cajas de cartón, estuches de productos, etiquetas, tarjetas y material promocional. También se utiliza en revistas, catálogos y otros productos impresos.

El cartón couché se fabrica aplicando un recubrimiento especial sobre una base de cartón o papel, seguido de un proceso de secado para fijar el recubrimiento. Este proceso proporciona al cartón couché su superficie lisa, brillante y receptiva para una impresión de alta calidad.

4. El cartón sólido, para productos de alta gama y delicados

El cartón sólido es un tipo de cartón plano que se caracteriza por tener una mayor densidad y rigidez en comparación con el cartón plegable o el cartón couché. Está hecho de varias capas de papel plano, pegadas entre sí para crear una estructura sólida y resistente, lo que garantiza una mayor protección durante el transporte y una presentación elegante del producto.

Se utiliza comúnmente en la fabricación de cajas y embalajes para productos de alta calidad y peso, como joyas, perfumes y productos electrónicos, en sustitución de cajas metálicas o de madera, también reservadas para productos premium. También es ideal para la creación de expositores y exhibidores de punto de venta debido a su rigidez y capacidad para mantener su forma. Por otro lado, el cartón sólido se puede imprimir con gráficos personalizados y diseños de alta calidad, lo que lo convierte en un material de embalaje ideal para el branding y la promoción de productos.

Para diferenciar el cartón sólido de los demás sólo debemos pensar en la caja de un teléfono móvil. Hace unos años, antes de la popularización de los smartphones, los móviles venían en cajas de cartón plegabe con una ventana transparente de plástico, como cualquier otro accesorio tecnológico, como unos auriculares o un ratón para ordenador. Sin embargo, hoy en día los smartphones suelen venir en cajas de cartón sólido de alta calidad que proporcionan protección superior al dispositivo y presentan una imagen de calidad y lujo, reflejando la importancia que se le da a la experiencia del cliente y a la presentación de estos dispositivos de alta gama.

El cartón sólido se fabrica mediante la formación de una lámina de cartón a partir de la pulpa de celulosa, a la que se adhieren otras por una o ambas caras, incluyendo una lisa revestida y suave para facilitar la impresión. Luego, se realiza el secado y acabado del cartón para obtener el producto final deseado.

5. El cartón piedra o cartón gris, un esencial de la papelería y la industria del mueble

El cartón gris o cartón piedra, también conocido como cartón gris reciclado o cartón contracolado, es un tipo de cartón fabricado a partir de papel reciclado y generalmente se compone de varias capas de papel adheridas entre sí. Aunque el cartón gris puede tener diferentes grosores y gramajes, su característica distintiva es su color grisáceo debido a la presencia de fibras recicladas en su composición, lo que lo hace poco adecuado con fines de márketing, y por lo tanto para embalaje de productos. Es comúnmente utilizado en aplicaciones donde se requiere un material económico y resistente, como refuerzo en carpetas, respaldos de blocs de notas o separadores de archivos.

6. El cartón nido de abeja, una opción resistente y versátil

El cartón nido de abeja, también conocido como cartón panal o cartón de estructura celular, es un tipo de cartón que se caracteriza por su estructura interna en forma de panal de abejas. Su apariencia se asemeja a una serie de hexágonos conectados entre sí, formando una estructura de células rígidas. Se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, especialmente en la industria del embalaje, ya que su estructura de panal proporciona una excelente resistencia y rigidez, ideal para proteger y soportar productos durante el transporte y almacenamiento. Además, el cartón nido de abeja es ligero, reciclable y fácilmente adaptable a diferentes formas y tamaños, lo que lo convierte en una opción sostenible y versátil en el campo del embalaje.

Este tipo de cartón se fabrica mediante la formación de capas de papel, la aplicación de un adhesivo en patrones hexagonales, la unión y el secado de las capas para crear la estructura de panal, y el corte y acabado final del cartón. Existe, además, un híbrido entre el corrugado y el nido de abeja, llamado paneles alveolares.

¿Cómo elegir el tipo de cartón más adecuado?

Como explicamos en otros posts como este, podemos clasificar el embalaje entre embalaje primario, secundario y teciario. Explicaremos cómo elegir el embalaje en el secundario y terciario, que son los que suelen ser de cartón. Cada situación es única y suele requerir una evaluación individualizada, por lo que es recomendable realizar pruebas y muestras de embalaje antes de tomar una decisión final y consultar a expertos en embalaje para obtener orientación específica para nuestro producto y necesidades de envío.

Para el embalaje terciario

El embalaje terciario es el que encontramos de forma externa para proteger el conjunto de los golpes, los arañazos y las inclemencias del tiempo como el agua, el calor, etc., que generalmente se realiza antes del envío, y es en el que se pegan las pegatinas de la empresa de mensajería, por ejemplo. A continuación explicaremos algunos factores a tener en cuenta para elegirlo:

• Peso y fragilidad del producto: si el producto es pesado o frágil, es recomendable utilizar un cartón corrugado de alta resistencia, como el cartón de doble pared, que brinda mayor protección y soporte, mientras que si no lo es, puede ser suficiente con una bolsa de plástico o incluso un sobre de papel kraft.
• Tamaño y dimensiones del producto: el cartón corrugado es ideal para productos voluminosos o irregulares, ya que su estructura ondulada proporciona estabilidad y protección adicional. Para productos más pequeños y regulares, el cartón plegable puede ser suficiente.
• Condiciones del transporte: si el envío enfrenta riesgos de impacto o manipulación brusca, es aconsejable utilizar cartón corrugado de mayor resistencia y capas adicionales y relleno para proteger adecuadamente el contenido.
• Duración del envío y almacenamiento: si el producto será enviado y almacenado durante un período prolongado, considera utilizar un cartón resistente a la humedad o con recubrimientos especiales para evitar daños causados por condiciones ambientales adversas.
• Presupuesto: si el coste es un factor importante, el cartón plegable puede ser una opción más económica, pero es fundamental equilibrar el coste con la calidad y protección adecuada para garantizar la satisfacción del cliente, ya que si nos devuelven paquetes por un embalaje inadecuado, los costes también subirán.
• Requisitos normativos y medioambientales: debemos verificar si hay regulaciones específicas para el tipo de producto o industria en la que operamos. Además, es bueno considerar nuestros valores de sostenibilidad: elegir opciones de cartón reciclado o biodegradable para reducir el impacto ambiental y cumplir con las expectativas de los consumidores conscientes del medio ambiente suele ser una buena idea.
• Personalización y branding: si deseas imprimir diseños personalizados en el embalaje para mejorar la imagen de marca, elegiremos un tipo de cartón que permita una impresión de alta calidad y acabados especiales, como el cartón sólido.

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Para el embalaje secundario

El embalaje primario es el que está en contacto directo con el producto, por lo que el secundario es el que está fuera del primario, que puede agrupar varios productos. Algunas de las consideracions que tendremos con este tipo de embalaje coinciden con el embalaje terciario, mientras que otras son específicas:

• Compatibilidad con el embalaje principal: debe haber suficiente espacio para acomodar el producto y cualquier relleno protector adicional sin comprometer la integridad del embalaje principal, es decir, sin presionarlo, o doblarlo, o rayarlo, por ejemplo.
• Protección adicional: debemos evaluar si el embalaje secundario proporciona una capa adicional de protección para el producto durante el transporte y el almacenamiento, considerando características como insertos acolchados, divisores o espumas que puedan ayudar a proteger el producto de golpes y movimientos bruscos. Por otro lado, siempre se pueden añadir rellenos de protección adicionales.
• Presentación y organización: el embalaje secundario también puede ser una oportunidad para mejorar la presentación y la organización del producto. Podemos pensar en elementos como etiquetas, instrucciones de uso o separadores internos que ayuden a organizar los componentes o partes del producto, recordando que existe una normativa específica que obliga a incluir en el envase primario una serie de información que no puede fiarse al secundario.
• Facilidad de montaje: es importante considerar la facilidad de montaje y desmontaje del embalaje secundario, especialmente si el producto requiere ser exhibido en la tienda o si se espera que los minoristas desenvuelvan y vuelvan a envolver los productos para su exposición.
• Sostenibilidad: al igual que con el embalaje primario, será adecuado considerar la sostenibilidad del embalaje secundario. Podemos buscar opciones de cartón reciclado o reciclable, y asegurarnos de que el embalaje secundario cumpla con los estándares de sostenibilidad de nuestra empresa.
• Coste: deberemos evaluar el coste del embalaje secundario en relación con el valor del producto y el presupuesto general. Es fundamental considerar el equilibrio entre la calidad, la protección adicional y la presentación que necesitamos, y buscar opciones de cartón que se ajusten a nuestro presupuesto.

El embalaje secundario, en este sentido, suele ser de cartoncillo, cartón couché o tipos con unas características similares.

Consulta con profesionales del embalaje

A la hora de elegir los tipos de cartón más adecuados para el embalaje de nuestros productos, es recomendable buscar el asesoramiento de profesionales del embalaje como Legro. Ellos cuentan con el conocimiento y la experiencia necesarios para ayudar a tomar decisiones informadas y encontrar soluciones específicas para cada necesidad específica. Pueden evaluar los requisitos de protección, presentación y sostenibilidad de los productos, así como ayudar a optimizar el proceso y los costes.

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