El futuro de los envases, como expondremos, probablemente estará sustentado por las bases que se están ya estableciendo hoy en día, como las prácticas sostenibles, los avances tecnológicos y las experiencias innovadoras para los consumidores.
Última modificación: 4 agosto 2023
Con el crecimiento del comercio online (especialmente a partir de la pandemia del Coronavirus), la complejidad mayor de la cadena de suministro, los intereses de márketing de las empresas, los cambios en las preferencias de los usuarios, etc., el packaging se ha convertido en un elemento fundamental de protección de productos, comunicación de marca, iniciativas de sostenibilidad y experiencia general del consumidor.
El mercado del embalaje o packaging se espera que crezca de forma sostenida hasta el final de esta década, y el packaging del futuro deberá tener en cuenta tendencias diversas, entre ellas el crecimiento económico (especialmente de los países emergentes), las tendencias de los consumidores (a comprar más online, a usar las redes sociales, a elegir un tipo determinado de productos -por ejemplo, para llevar-, etc.), la cada vez mayor conciencia medioambiental y los intereses de las propias empresas.
El crecimiento de la industria del packaging se debe a múltiples factores, que tienen que ver con el comportamiento cambiante del consumidor, los avances tecnológicos y las tendencias en la industria. Algunos de estos factores que han impulsado este crecimiento son:
El futuro de los envases, como expondremos, probablemente estará sustentado por las bases que se están ya estableciendo hoy en día, como las prácticas sostenibles, los avances tecnológicos y las experiencias innovadoras para los consumidores.
Los materiales reciclables y reciclados, los bioplásticos, los materiales compostables y alternatives provenientes de los residuos agrícolas, los hongos o las algas, entre otros, experimentarán un crecimiento notable. La idea de un packaging circular, del que hablamos en otro post, estará en el centro de muchos procesos de embalaje. Pero, cada vez más, el hecho de que los materiales de un packaging sean sostenibles, no lo será todo. También se buscarán soluciones enfocadas en la ética, es decir, que la conciencia medioambiental vaya acompañada de una búsqueda de unas condiciones de vida y de trabajo dignas para quienes hacen posible precisamente la minimización de la huella medioambiental (quienes trabajan la tierra, producen los productos, etc.)
Estamos sometidos de tal manera a impactos llamativos diariamente (rótulos de tiendas, folletos de ofertas, marquesinas de autobús, coches vinilados, etc.) que cada vez más llama la atención un packaging simple, con uno o dos tonos neutros, con líneas sobrias. Optar por formas simples, materiales reciclados y reciclables, con el tamaño adecuado (sin sobreembalar) y fácil de abrir y cerrar (y plegar para desechar) es una idea de packaging de futuro, entre otros motivos porque reduce el volumen de material necesario (evitando un uso excesivo de recursos, ahorrando emisiones al ocupar menos espacio en el transporte, etc.), usa menos componentes difíciles de reciclar (tintas, recubrimientos plásticos, etc.) y facilita el plegado para poder reciclarse mejor.
Como vimos en este post, un packaging con un toque estacional (Navidad, Pascua, verano, etc.), con un tono pensado exactamente para el tipo de público objetivo, que esté vinculado a un compromiso social, que incluya un regalo (aunque solo sea una bolsita de te o una pinza para el pelo), etc. creará conciencia de marca, mejorará la experiencia de unboxing, reflejará los valores del vendedor y en definitiva, generará una mayor lealtad del consumidor y mayores ventas.
Como ya expusimos en otro post, existe la posibilidad con muchos productos de entregarlos en una bolsa que contenga una etiqueta de retorno, que se puede entregar en un punto de recogida cercano. Incluso los productos perecederos se pueden entregar en cestas frigoríficas retornables. De esta manera se trabaja en la máxima de que no hay mejor embalaje que el que no llega a producirse.
El packaging del futuro se espera que vaya mucho más allá de contener y proteger un producto de arañazos, golpes, humedades, luz, etc., durante el trayecto. Ya existe lo qu4e se llama embalaje inteligente, que permite controlar de forma remota las condiciones interiores del producto, del packaging o del entorno de ambos durante el tránsito, como por ejemplo si ha habido cambios en las condiciones de humedad y temperatura o si se ha intentado abrir el paquete. Además, los destinatarios pueden obtener del smart packaging información adicional del producto o incluso entretenimiento a través de realidad aumentada, como comentamos en el siguiente punto. El smart packaging también posibilita reducir el desperdicio, de materiales y de producto al permitir una mejor trazabilidad.
Los códigos QR, la realidad virtual y la realidad aumentada e incluso envases que se convierten en otros objetos (como un envase triangular de sándwich que al desplegarse se convierte en un original mantel de picnic o una etiqueta en una botella de vino que se puede arrancar para ver debajo una historieta o una propuesta de juego), entre otros elementos interactivos, harán que el packaging del futuro conecte de forma más intensa con los consumidores
El packaging del futuro continuará jugando un papel esencial en la narrativa de la marca (lo que en inglés se conoce como storytelling), para generar emociones y conectar con el destinatario de forma íntima, trasladándole los valores y la identidad de marca. Puede ser la historia del primer producto que creó una marca de moda, las acciones sociales que está llevando a cabo una empresa vendedora de café en el lugar donde se cosecha, la descripción de montañas impresionantes para escalar en los productos de una marca de deportes de aventura, el papel de los dispositivos tecnológicos en la prevención de problemas entre los jóvenes en una marca de móviles, etc.
Los países y organizaciones avanzan a normas cada vez más estrictas sobre embaleje, y esto influirá en cómo será el packaging de futuro. Probablemente las políticas sobre residuos de envases sean cada vez más duras y se fomenten esquemas de responsabilidad extendida del productor, de forma que la industria deberá adaptarse a estos marcos, alineando las prácticas de embalaje con ellos y con las preferencias cambiantes del consumidor.
En Legro estamos determinados a desarrollar un papel importante como asesor y colaborador estratégico para nuestros clientes, brindándoles soluciones personalizadas y sostenibles que les permitan alcanzar sus objetivos comerciales y cumplir con los requisitos regulatorios, y a su vez ser más sostenibles, sacando el mayor partido posible a los materiales (de forma que se deseche menos cantidad), empaquetando con mayor calidad para evitar embalajes y productos devueltos y desperdiciados, incorporando tecnologías avanzadas a las soluciones de embalaje que vendemos, etc.